El entrenamiento funcional grupal

Entrenar en grupo es una de las mejores formas de integrarse con los compañeros de trabajo y compartir algo saludable más allá del entorno laboral. Por eso una de las actividades más solicitadas por las empresas para hacer ejercicio es el entrenamiento funcional grupal.

¿En qué consiste? En un grupo de entrenamiento guiado por un profesor, donde se trabaja en circuitos de diferentes estaciones, cada una con distintos ejercicios en diversos niveles. Las sesiones duran una hora, antes o después de la jornada laboral. Se puede entrenar en un lugar apropiado del que disponga la empresa o al aire libre, en una plaza, parque o playa.

Un entrenamiento para que tu cuerpo funcione mejor

Lo que diferencia a este tipo de entrenamiento de otras actividades grupales es precisamente su carácter “funcional”: los ejercicios se adaptan a la forma en que funciona el cuerpo, preparándolo para rendir más en las actividades diarias de cada persona. Los movimientos realizados emulan los que se hacen en el trabajo, la vida cotidiana o los deportes, trabajando al mismo tiempo la flexibilidad, movilidad, velocidad, fuerza, resistencia, equilibrio y agilidad. Así se reducen los riesgos de lesiones y se mejora la calidad de vida.

Cada grupo tendrá una rutina pensada para las posturas y actividades que realicen en su jornada laboral, con ejercicios específicos si trabajan en escritorio, si pasan muchas horas de pie, o si levantan peso. Se pueden emplear distintos elementos similares a los que usamos cotidianamente: cuerdas, elásticos, pelotas. El plan diario de entrenamiento se divide en tres partes: una inicial de calentamiento y preparación del aparato cardiovascular; una central con trabajos aeróbicos, anaeróbicos y trabajos fraccionados; y una final de estiramiento, movilidad articular y vuelta a la calma.

Algo fundamental a destacar es que el entrenamiento funcional no solo se diseña para el grupo, sino que es 100% personalizado, adaptado a los objetivos marcados por cada persona según su nivel de entrenamiento y posibles lesiones a rehabilitar. De hecho, antes de iniciar la actividad, se realiza una ficha de cada participante con los datos más importantes para que tenga una rutina adaptada a sus necesidades. Esto permite planificar el entrenamiento de forma progresiva, aumentando la dificultad e intensidad de los ejercicios y brindando feedbacks que permita a cada persona mejorar día a día.

Por qué el entrenamiento funcional es una gran opción para los trabajadores

Porque hay que entrar en movimiento: Nuestro cuerpo está diseñado para moverse, no para pasar largas horas sentados en el escritorio. El entrenamiento funcional grupal es una forma excelente de acabar con el sedentarismo, poniendo en acción todo el cuerpo.

Porque corrige la postura: Este tipo de entrenamiento ayuda a mejorar la postura derivada de posiciones estáticas durante la jornada laboral, cuidando la higiene de columna y liberando tensiones.

Porque entrena varios músculos a la vez: Los entrenamientos funcionales buscan trabajar diversos grupos musculares al mismo tiempo, tal como los usamos en la vida diaria, en vez de entrenar cada músculo individualmente.

Porque te pone en forma: Al usar todo el cuerpo en cada sesión, el training funcional es un excelente método para quemar calorías, activar el metabolismo y así controlar el peso. Al mismo tiempo se tonifican los músculos y se fortalecen los huesos.

Porque ayuda al corazón: Al usar diversos músculos del tronco superior e inferior al mismo tiempo, el entrenamiento funcional incrementa la estabilidad cardíaca. Además el trabajo aeróbico aumenta la capacidad cardiovascular y pulmonar, previniendo el riesgo de enfermedades cardíacas y de diabetes.

Porque mejora la salud laboral del equipo: Los grupos de entrenamiento funcional son una gran herramienta para combatir el estrés e inculcar hábitos saludables en todo el equipo. Además, compartir este tipo de entrenamiento con compañeros de trabajo es muy positivo para la integración y el clima laboral.