Cómo prevenir y reducir el ausentismo laboral

El ausentismo es una de las mayores preocupaciones de todo departamento de Recursos Humanos, ya que genera pérdida de calidad, problemas organizativos y costes administrativos. Cuando hablamos de ausentismo, no nos referimos a una falta puntual porque el empleado está enfermo, sino a la ausencia habitual e inesperada (por motivos de salud o personales) de la persona en su puesto de trabajo. También se habla de ausentismo presencial o virtual, que es cuando un trabajador está presente físicamente en su puesto pero no cumple con sus tareas.

Las claves para reducir el ausentismo

Si una persona falta recurrentemente y sin aviso, no solo deja de hacer sus tareas sino que afecta la productividad de sus compañeros que deben cubrirlo. Esto, a largo plazo, atenta contra los objetivos y la misión de la empresa. Desde Recursos Humanos se pueden detectar las razones que hay detrás de esas faltas: estrés, desmotivación, falta de compromiso, problemas con jefes o compañeros. A partir de eso, es posible trazar una estrategia para que el trabajador tenga ganas de asistir al trabajo y reducir el volumen de inasistencias. ¿Qué puede hacer Recursos Humanos?

– Analizar las faltas: Para trabajar sobre el problema del ausentismo, es importante tener claros los índices de faltas persona por persona, y categorizarlos según sexo, edad, cargo y departamento, además de analizar los motivos expuestos y la antelación del aviso. Tener el panorama claro de inasistencias permitirá detectar algunas constantes (por ejemplo, si hay alguna relación entre el ausentismo y la antigüedad en la empresa; o si hay departamentos donde las inasistencias son mayores).

– Conocer a los empleados: Para mantener motivada a una persona hay que saber qué la motiva (y qué la desmotiva). Realizar una encuesta de satisfacción y clima laboral es muy útil para recabar esta información e implementar incentivos o flexibilidades que den una motivación extra para concurrir.

– Premiar el esfuerzo y las asistencias perfectas: Para disminuir el ausentismo también es importante mantener la motivación de los colaboradores que no faltan nunca y los que se destacan en su trabajo por su esfuerzo extra. Por ejemplo, entregar un premio anual a los que no tuvieron inasistencias incentiva a los “faltadores” a faltar menos y, al mismo tiempo, evita el efecto de contagio de inasistencias entre los que sí cumplen responsablemente con su trabajo. Una buena medida es realizar ese reconocimiento por áreas o departamentos, para que los compañeros se impulsen entre sí a no faltar.

– Detectar problemas de estrés: El estrés es una de las principales causas de ausentismo. Una persona sobrecargada de trabajo puede sentirse con moral baja por no poder cumplir con todas sus tareas. Además de la enorme fatiga diaria, las personas estresadas están más propensas a contraer enfermedades, entre ellas la depresión, que conlleva largos periodos de ausencia laboral. Mejorar las condiciones laborales, distribuir mejor las tareas y enfocar en un liderazgo positivo son clave para reducir el estrés.

– Promover la salud laboral: ¿Cómo hacer que los trabajadores se enfermen menos? Es cierto que el departamento de Recursos Humanos no tiene el poder de alejar una gripe; pero sí puede implementar un programa de salud que estimule a los trabajadores a llevar una vida más saludable dentro y fuera de la oficina. Favorecer la alimentación sana, generar un espacio para gimnasia laboral, yoga o masajes, organizar charlas para estimular hábitos saludables y atender la ergonomía de la oficina son medidas muy efectivas para mejorar la calidad de vida de los empleados y prevenir las enfermedades que causan inasistencias.

¿Trabajás en Recursos Humanos y te interesa implementar un programa de salud laboral? Contactanos y conocé los beneficios de la pausa activa para reducir el ausentismo.