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noviembre 25, 2015 No hay comentarios

No más “me duele la cabeza”

Pocas veces transcurre un día laboral sin que algún compañero pregunte si alguien tiene una aspirina. El dolor de cabeza es una de las afecciones más comunes en el trabajo y, aunque no parezca algo grave, si no lo prevenimos puede generar malestares más a largo plazo y puede ser una importante causa de ausentismo laboral.

 

¿Por qué duele la cabeza en el trabajo?

Las causas de la cefalea pueden ser muy diversas, y detectarlas es importante para poder tratar el dolor efectivamente.

– Tensión: Es la más común y suele estar directamente vinculada al ritmo de trabajo diario. El estrés, el ritmo acelerado de trabajo, el cansancio y la ansiedad (sumados a la mala postura) pueden causar jaquecas tensionales, en que el dolor es provocado por las contracciones musculares de la cara, cuero cabelludo, hombros y cuello, derivadas del estado de ánimo. Aunque las jaquecas suelen ser ocasionales, si no nos cuidamos a tiempo pueden convertirse en migrañas crónicas, mucho más agudas y difíciles de sanar.

– Problemas oculares: La mala iluminación (ya sea por falta de luz o exceso de luces fluorescentes), la fijación de la vista mucho rato en la computadora y la letra demasiado pequeña en la pantalla son causa de fatiga ocular, una de las principales causales del dolor de cabeza. Es muy importante optimizar la iluminación del espacio de trabajo y tener control sobre la visión porque podemos estar necesitando lentes (o un aumento de la graduación) y eso es lo que conlleva un esfuerzo extra a los ojos.

Fatiga ocular

 

– Deshidratación: El dolor de cabeza es uno de los síntomas de la deshidratación; por eso es importante beber mucha agua de a sorbos pequeños durante la jornada laboral.

– Síntomas de algo más: Hay veces en que el dolor de cabeza puede indicar una enfermedad más seria que la cefalea. Hay que llamar en seguida al médico si el dolor está acompañado de visión borrosa, dificultad para hablar o caminar, náuseas, fiebre alta o desmayos.

 

Cómo calmar el dolor

1. Analgésicos: La aspirina, ibuprofeno o paracetamol son grandes conocidos a la hora de calmar el dolor de cabeza, y no necesitan prescripción. Eso sí, estos medicamentos suelen surtir efecto un rato después de la ingesta, por lo que es fundamental tomarlos apenas comienza el dolor. Y salvo indicación médica, es importante no excederse en el consumo de analgésicos. La toma diaria como método “preventivo” puede hacer que los dolores de cabeza sean más recurrentes (además de que puede causar problemas estomacales). Si necesitás tomar analgésicos más de tres veces a la semana, es mejor consultar a un médico para que evalúe el tratamiento adecuado.

2. Mucha agua (y no solo de “aguantarse”): De nuevo, estar bien hidratados es clave para no sufrir dolores de cabeza. Pero si el dolor ataca, hay que tomar un vaso de agua enseguida, y continuar la jornada bebiendo regularmente. Esto, junto al analgésico, ayuda a calmar el dolor.

3. Cuidado con la cafeína: Aunque algunos usan la cafeína para alejar el dolor de cabeza (sobre todo el derivado del cansancio), hay que tener cuidado con el exceso de café, mate y té. El consumo elevado porque puede generar dependencias que, al igual que ocurre con los analgésicos, terminen aumentando la frecuencia de los dolores de cabeza.

4. Comer algo: Muchas veces el dolor de cabeza aparece porque tenemos hambre. Por eso, junto al vaso de agua, hay que ingerir algún alimento saludable (puede ser una fruta, cereales, frutos secos, verduras).

Almuerzo Saludable

 

5. Un masaje: Para calmar las cefaleas producidas por la tensión muscular, podemos aliviar el dolor y relajarnos masajeando la cara y el cuero cabelludo. Un masaje de cuello y hombros (e incluso de espalda) también ayuda a eliminar el dolor tensional.

6. Técnicas de relajación: Muchos cometen el error de seguir con su rutina normal cuando les duele la cabeza. Es importante tomarse unos minutos para descansar de las tareas, ir en lo posible a un lugar solitario, cerrar los ojos y respirar hondo y pausado para relajar el cuerpo y la mente. Se debe empezar por concentrarse en liberar la tensión de la frente, los ojos, la nariz, las mejillas y la boca, y continuar por el cuello, los hombros, la manos, el vientre y las caderas, terminando con los muslos y los pies.

 

¿Cómo prevenir los dolores de cabeza?

Ya aprendimos por qué se producen, y también cómo calmarlos. Pero si queremos que nuestro trabajo no sea un sinónimo de dolor de cabeza, hay que adoptar ciertos hábitos saludables.

Dormir bien: Hemos insistido ya varias veces en la importancia de descansar bien por la noche para tener una jornada de trabajo rendidora. Dormir ocho horas sin interrupciones contribuye a disminuir los dolores de cabeza. Para eso, antes de irse a dormir hay que evitar exponerse a las pantallas, tratar de no consumir cafeína y tomarse un tiempo de relajación que ayude a conciliar el sueño. Más tips para descansar bien en este artículo.

Foto24

 

Hacer ejercicio: Entre los incontables beneficios que nos ofrece el deporte y la actividad física está el ahuyentar el estrés y los dolores de cabeza. El ejercicio nos pone de mejor humor y nos ayuda a descansar mejor de noche, dos componentes fundamentales para combatir las cefaleas.

Yoga: La relajación y el equilibrio que otorgan el yoga son muy efectivos contra las tensiones que ocasionan los dolores de cabeza. No es necesario ir a una clase de yoga: se pueden aplicar algunos ejercicios básicos y técnicas de respiración todos los días (preferiblemente al levantarnos) durante algunos minutos y ver cómo eso mejora nuestra rutina diaria. El Tai Chi, la respiración profunda y la meditación también son buenas técnicas.

Disfrutar: Nada mejor que hacer lo que más nos gusta hacer para liberar tensiones. El buen humor es un preventivo natural contra el dolor de cabeza, y por eso es importante tomarse un tiempo para nuestros hobbies preferidos, dejando a un lado las preocupaciones laborales. Cantar, juntarse con amigos, pasear por la rambla, bailar, jugar con nuestras mascotas…  Despejarse un rato y reír tienen un poder curativo insospechado.

Buena alimentación: Para que el hambre no nos dé dolor de cabeza y podamos trabajar con la energía necesaria, es fundamental seguir buenos hábitos de alimentación. El día debe empezar con un desayuno nutritivo, manteniendo horarios fijos para las comidas y no pasar más de tres horas sin comer. Evitar el alcohol y el cigarro también es importante para disminuir los dolores de cabeza.

Desayuno-saludable

 

Si después de seguir estos consejos los dolores de cabeza siguen apareciendo todos los días, consultá un médico para descartar cualquier duda y encontrar la solución más efectiva.

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